Cuando nace un hombre
florecen rosas imprevistas
en el jarrón de la consola
y aquellos pájaros bordados
en los cojines de la sala
silban y cantan como locos.
Ángela Figuera Aymerich
florecen rosas imprevistas
en el jarrón de la consola
y aquellos pájaros bordados
en los cojines de la sala
silban y cantan como locos.
Ángela Figuera Aymerich
2 comentarios:
muy chulo, si señor.
Precioso poema de la enorme Ángela Figuera. La imagen, estupenda.
Saludos...
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