sábado, 8 de noviembre de 2008

LOS DOS TEMPLOS


Dichosa edad y siglos dichosos aquellos a quien los antiguos pusieron nombre de dorados, y no porque en ellos el oro, que en nuestra edad de hierro tanto se estima, se alcanzase en aquella venturosa sin fatiga alguna, sino porque entonces los que en ella vivían ignoraban estas dos plabras de tuyo y mío.

Miguel de Cervantes

Vigo