Tú no
puedes volver atrás
porque
la vida ya te empuja
como un
aullido interminable.
Hija
mía es mejor vivir
con la
alegría de los hombres
que
llorar ante el muro ciego.
Te
sentirás acorralada
te
sentirás perdida o sola
tal vez
querrás no haber nacido.
Yo sé
muy bien que te dirán
que la
vida no tiene objeto
que es
un asunto desgraciado.
Entonces
siempre acuérdate
de lo
que un día yo escribí
pensando
en ti como ahora pienso.
La vida
es bella, ya verás
como a
pesar de los pesares
tendrás
amigos, tendrás amor.
Un
hombre solo, una mujer
así
tomados, de uno en uno
son
como polvo, no son nada.
Pero yo
cuando te hablo a ti
cuando
te escribo estas palabras
pienso
también en otra gente.
Tu
destino está en los demás
tu
futuro es tu propia vida
tu
dignidad es la de todos.
Otros
esperan que resistas
que les
ayude tu alegría
tu
canción entre sus canciones.
Entonces
siempre acuérdate
de lo
que un día yo escribí
pensando
en ti
como
ahora pienso.
Nunca
te entregues ni te apartes
junto
al camino, nunca digas
no
puedo más y aquí me quedo.
La vida
es bella, tú verás
como a
pesar de los pesares
tendrás
amor, tendrás amigos.
Por lo
demás no hay elección
y este
mundo tal como es
será
todo tu patrimonio.
Perdóname
no sé decirte
nada
más pero tú comprende
que yo
aún estoy en el camino.
Y
siempre siempre acuérdate
de lo
que un día yo escribí
pensando
en ti como ahora pienso.
José Agustín Goytisolo